miércoles, 2 de diciembre de 2009

SOBRE EL CARÁCTER DE LA EDUCACIÓN

Estudiar y luchar por la Revolución de nueva democracia
FER

Frente Estudiantil Revolucionario de San Marcos


SOBRE EL CARÁCTER DE LA EDUCACIÓN
(Apuntes sumarios)
I

La tendencia social progresiva hacia la escuela única, que tuvo como base el auge del movimiento popular en la décadas de los cincuenta, sesenta y setenta, ha sufrido, pues, un duro golpe por parte de las clases dominantes y sus sucesivos gobiernos de turno. Y más aun, en estas dos últimas décadas, “…La reacción en política inevitablemente tenía que traer aparejada la reacción en la enseñanza…” 1

En el aspecto social general el nivel de la educación peruana, pública como privada, se hace más precaria, obsoleta. Pero a la vez, la educación privada se extiende cada vez más. Evaluemos ahora el aspecto cuantitativo del problema con ayuda de las estadísticas propias de las publicaciones ofíciales y de algunas instituciones.

El nivel primario atiende a niños entre 6 y 11 años y a aquellas personas que no recibieron educación primaria en su oportunidad. En 1997, aproximadamente 4.19 millones se matricularon en el nivel primario: 88% en programas públicos, escolarizados y no escolarizados; y 12% en programas privados. (Datos del INEI-1997)

El nivel secundario atiende a adolescentes de 12 a 16 años, así como a adultos que no recibieron educación secundaria a tiempo. En 1997, alrededor de 1.91 millones se inscribieron en este nivel: 83% en colegios públicos y 17% en privados. En las áreas rurales no asisten a la escuela el 24.4% de las adolescentes. (Datos del INEI-1997)

La educación superior comprende la educación no universitaria y la universitaria. La no universitaria incluye a los Institutos Superiores Pedagógicos (ISP), las instituciones de educación técnica (IST) y las escuelas de arte. En 1997, la población universitaria era de 413 mil alumnos, de los cuales el 66% asistió a universidades estatales y 33% a particulares (Datos de la Asamblea Nacional de Rectores).

Los datos que se muestran son en un buen porcentaje del año 1997. La situación en estos últimos diez años no ha hecho sino profundizar aún más el problema.

En estos últimos quince años la extensión de la educación privada ha sido “sorprendente”. Un ejemplo de ellos es en el caso de las universidades: 2

Crecimiento del número de universidades públicas y privadas:

Universidades

Públicas

Privadas

Lima

Provincia

Total

HASTA 1960
8
1
4
5
9
1961-1965
10
7
8
9
17
1966-1970
3
2
2
3
5
1971-1975
1
0
0
1
1
1976-1980
3
0
0
3
3
1981-1985
2
9
1
10
11
1985-1990
1
4
1
4
5
1990-2000
5
16
9
12
21
Total 2001
33
39
25
47
72

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Este es un aspecto de nuestra situación actual que debe evaluarse en sus hechos y a la luz de la respectiva investigación. Con datos lo más actualizados, que mostrarían comos se acentúa la política de privatización de manera sorprendente. Nuestro interés, por ahora, es mostrar fundamentalmente la tendencia general con cifras incuestionables. Aquí solo mostramos más ampliamente y más sistemáticos los datos en cuanto a las universidades. Además, queremos definir dos cuestiones que también nos muestran los datos.

Primero; conforme se asciende de nivel en la educación, la población estudiantil desciende considerablemente. Esta población juvenil que ya no accede a un nivel superior de instrucción secundaria cuando menos, es perteneciente, naturalmente, a las juventudes proletarias.

Segundo; que la educación privada se acentúa, se extiende mas en proporciones a la población estudiantil conforme asciende el grado de estos. Y al cual, solo los sectores mejor situados económicamente pueden acceder.

Por otro lado, en la enseñanza privada de la pequeña burguesía, por ejemplo, la diferenciación se hace hasta por cada sector social dentro de esta clase. La pequeña burguesía, o por lo menos vastos sectores de ella, conservan intacta sus supersticiones y no ha conseguido liberarse de sus prejuicios y vicios. Sigue y seguirá creyendo en el mito patético de la educación-progreso. En la empleomanía, etc. Esto refleja su fraccionamiento como clase y su múltiple variedad. Lo peor de todo esto es que en sus relaciones con el proletariado, lo infecta y lo contagia con sus poses, vicios y manías.

La niñez y la juventud proletaria se circunscribe, como históricamente se ha circunscrito, a la enseñanza pública elemental. Primaria antes, secundaria ahora y, esto, en mejor de los casos. Las tendencias de la deserción escolar son verdaderamente preocupantes.

Según las fuentes consultadas (INEI/PMA. 1995. Tomado de: Alarcón G., Walter - Trabajo y educación de niños y adolescentes en el Perú. INEI Tomado de Trabajo Infantil en los países andinos: IV. Perú. 1993) el 9.6% de los estudiantes que cursan la educación primaria abandona el colegio cada año, en el caso de las niñas del campo el porcentaje se eleva al 15%. En los departamentos de mayor pobreza la cifra es más alta que el promedio nacional: Amazonas 15.2% y Cajamarca 15.0% En secundaria, la tasa de deserción aumenta hasta alcanzar el 18.6%, básicamente porque los jóvenes deben trabajar para complementar los ingresos familiares. El departamento con mayor deserción en el nivel secundario es San Martín con 31.9%, seguido de Madre de Dios (28.6%), Tumbes (27.3), Ucayali (26.9) y Amazonas (26.1%). El número de “desertores” se calcula en 640 mil niños y adolescentes. El Estado, la clase dominante y toda esa fauna llamada “intelectualidad” servil a sus intereses, a lo mucho que pueden llegar a proclamar es el “derecho de los pobres a la educación elemental”, consigna a propósito cada vez más caída a menos. La clase dominante y el Estado son, pues, los auténticos responsables de esta crisis.

¿Sabíamos acaso que en comparación con los países latinoamericanos nuestro presupuesto educativo, que es poco más del 3% del PBI, es de dos y hasta tres veces inferior al presupuesto porcentual asignado al resto de estos países? Y estos países, no son necesariamente los más calificados en educación. Pues, por ejemplo, es más que evidente los gravísimos problemas ocurridos en Chile, Nicaragua y Colombia. ¿Quienes establecen la política educativa nacional y controlan el presupuesto, la educación docente y los institutos de capacitación? ¿Quienes facilitan la proliferación de entidades privadas de deformación docente? Pues no olvidemos: que en una “economía-social de mercado”, para vender más y vencer a los competidores, hay que abaratar los costos de producción, empeorando, así, inevitablemente la mercancía. Y la mercancía-educación no se puede sustraer y no se sustraerá, así queramos creerlo, a las leyes de la economía capitalista. ¿Cual es la condición de nuestras escuelas? ¿Cuáles son las condiciones de trabajo de nuestros docentes? ¿No es acaso una precaria situación socia-económica? ¿No es una constante acaso sus sueldos de miseria y el no acceso a la ciencia, a los medios pedagógicos y tecnológicos? ¿Cual es la condición física-social de los estudiantes? Las tasas de desnutrición son realmente alarmantes.

“…La crisis de la enseñanza coincide universalmente con una crisis política…”

La democracia burguesa, en crisis ya desde su origen mismo, adolece de una enfermedad terminal. Hay pues la necesidad se sustituirle.

II

Por otro lado, debemos recordar siempre que por lo tanto: “…diferenciar el problema de la universidad del problema de la escuela es caer en un viejo prejuicio burgués. No existe un problema de la universidad independiente de un problema de la escuela primaria y secundaria. Existe un problema de la educación pública que abarca todos sus compartimentos y comprende todos sus grados…”


Debemos apreciar, además, que actualmente el estado no está haciendo más que descargarse de un problema, de un mal, de un peso que ya no puede tolerar: la educación pública. El mismo objetivo lo tiene también para la salud pública y para todas aquellas “obligaciones” que, teórica o lógicamente, tiene a su cargo. El carácter de clase de la educación no cambiará sino a condición de que cambien profunda y radicalmente las estructuras sociales. Y esto es en efecto un verdadero e irrefutable hecho. Pero la política educativa, como toda la política del Estado, desde la década de los noventa, principalmente, esta orientada hacia la privatización. Es decir: al traspaso a los empresarios privados; la venta a precios de remate de todos aquellos sectores públicos, servicios, empresas o recursos naturales que antes tenía a su cargo el Estado mismo.

Desde los hidrocarburos, minerales, hasta la educación y la salud. Gran parte de todo esto está ya en manos de privados (capitalistas “privados”) En poder de las Transnacionales están los sectores fundamentales: Hidrocarburos, Energía, Minerales, etc.

“…No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política…”

Esta reaccionaria política pudo ser contenida, parcial y temporalmente, con la movilización de las masas; pero la misma cambia bajo el rostro de las concesiones. Además, no debemos olvidar que en cada proceso electoral (2000, 2001, 2005) la burguesía “paraba la mano” momentáneamente en las privatizaciones. El triunfo de esta política reaccionaria haría que el carácter de clase de la educación se afiance mas, haciéndose la brecha más enorme. El carácter de clase de la educación no cambiará sino a condición de que cambien profunda y radicalmente la sociedad misma.

“…La escuela del orden burgués seguirá siendo escuela burguesa. La escuela nueva vendrá con el orden nuevo…”


III

Es en el aspecto político en dónde se aprecia sin duda alguna que la educación tiene un carácter de clase. Y podemos anotar que en el aspecto gnoseológico general, su carácter es escolástico, y su base pragmática. Sin embargo; no negamos en primer lugar la absoluta inexistencia de la ciencia en el Perú, pues existen institutos tecnológicos y científicos (SOPECYT por ejemplo). Pero estos tienen un carácter absolutamente restringido, cerrado a la propaganda y es de utilización exclusiva de una “elite” (de la burguesía) y en relación directa con los intereses del imperialismo. Y Segundo -y en conclusión- no existe investigación científica en el Perú como una política de Estado. Todo en lo fundamental es ciencia importada. Y peor aun, mal importada. Pues lo que muchas veces se toma como novísima ciencia no es más que la misma reaccionaria ideología burguesa: remozada, mascullada y empaquetada para la exportación. Una “ciencia” al servicio del capitalismo. ¿Que son sino el pragmatismo en todas sus variedades –la ínter-subjetividad, el constructivismo, el inductivismo, etc.?

La escuela de clase seguirá existiendo, en la medida de que existan clases sociales. Es decir, una clase social parasita dominante y otras clases sociales dominadas y trabajadoras, explotadas. Al carácter de clase de nuestra educación superior pública se suma, se enraíza aún, un espíritu de casta, de privilegio. No hay por ejemplo en la enseñanza universitaria pública -y esto así mismo se explica por todo el sistema de enseñanza- ni siquiera un criterio selectivo, seleccionador. Es decir, siquiera una selección de los que puedan, estén o sean, por sus condiciones intelectuales, capaces de desarrollar investigación. Y así poder ascender, por su capacidad y merito intelectual. La situación universitaria es realmente patética, por no llamarla “dramática”.

Pero ¿cual podría ser la actitud de una universidad absolutamente sometida, poltronera y supínamente, a los intereses subalternos, egoístas y mezquinos de nuestras clases dominantes, al actual estado de cosas?

“…La escuela puede carecer técnicamente de orientaciones netas; pero si en algo no se equivoca es en función de de escuela de clase”

“la libertad de la enseñanza no es pues, sino una ilusión. Es una utopía que la historia desahucia. El Estado cualquiera que este sea no puede renunciar a la dirección y al control de la educación pública ¿Porque? Por la razón notoria que el Estado es el órgano de la clase dominante. Tiene, por ende, la función de conformar la enseñanza con las necesidades de esta clase social”

“Vano es todo esfuerzo por concebir la enseñanza apolítica, la escuela neutral. La escuela del orden burgués seguirá siendo escuela burguesa. La escuela nueva vendrá con el orden nuevo…”



NOTAS:

(1) Desde aquí en adelante, en este artículo, todas las citas (en cursiva y negrita) pertenecen al texto: “Temas de educación” (J.C. Mariátegui)

(2) Fuente: Grade (1990: 25) y ANR (Dirección de Estadística e Informática).

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