El Ministerio del Interior alanista ha informado que las granadaslacrimógenas usadas por la dictadura de Micheletti en Honduras y queaparecieron marcadas con la inscripción Policía Nacional del Perú pertenecíana un lote que iba a ser adquirido por el régimen alanista. Según loscacos encaramados en el Palacio de Gobierno de Lima, "el contrato secanceló y fue así que el material fue a parar a Tegucigalpa".¡Ahora cuentanos otro de Caperucita!
Los maestros del Perú que luchamos contra la tiranía del neoliberalismo, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras que viene librando una resistencia democrática contra el gobierno de facto de Micheletti, apoyados por la burguesía y el alto clero.
Ante la inminente derrota del candidato de la derecha Hondureña, en las elecciones del próximo año, la burguesía y los militares de ese país dieron un golpe de estado al Presidente Manuel Zelaya, elegido democráticamente por el pueblo. La solidaridad mostrada por los países del Alba ha permitido que los "gorilas de la derecha neoliberal" muestren su verdadera careta y bestialidad al reprimir la protesta de los hondureños; además ha quedado evidenciado los gobiernos que apoyaron el golpe, así como otros que condenaron, en forma tibia, la interrupción democrática en el país centroaméricano. Inclusive Alan García no condenó abiertamente la dictadura, pues consideró que el Perú no se entrometía en los asuntos internos de otros países.
Los maestros sentimos verguenza ajena al darse a conocer, en Honduras, que las bombas lacrimógenas utilizadas por los agentes represores militarizados son de la policía del Perú. Esto resultaría una grave intromisión del gobierno Alanista en abierto apoyo a una dictadura criminal.
No es posible que, con el dinero de todos los peruanos, se apoye la represión del pueblo hondureño; así mismo exigimos una profunda investigación del desvío de materiales de la policía, pues se estaría triangulando una utilización indebida de los recursos económicos del país. Exigimos una explicación sobre el desvío de fondos, pues consideramos que el Perú no es la chacra de los apristas.
En tal sentido queda en evidencia la entraña represiva del gobierno aprista, pues no contento con reprimir, a sangre y fuego, la protesta popular en el Perú, ahora apoya a dictaduras criminales como la dirigida por la burguesía hondureña.
El gobierno de Estados Unidos no ha tomado una posición enérgica, pues Honduras es un país que depende directamente de la política y economía estadounidense, su historia esta ligada a los intereses de las corporaciones estadounidenses, y el golpe de estado contra Zelaya ha sido influenciado en gran parte por los capitales de EEUU, siendo Michelleti un verdadero gangster al mando de ese operativo. En este engranaje se incluye el gobierno servil de Alan García que funge de proveedor logístico de un gobierno antidemocrático, pues como se sabe se ha demostrado que algunas bombas lacrimógenas de las fuerzas golpistas, son de origen de la Policia Nacional de Peru, fabricadas en EEUU.
Fuente: Herald.
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