La prensa debería
analizar las cosas, en lugar de hacer tanta alharaca con la prueba de PISA
(igual lo hizo con la supuesta “Ley Antauro”). Para comenzar, no somos “últimos
en el mundo”, sino entre los 64 países de desarrollo medio y alto que son
encuestados (hay 194 países en el mundo, por si no lo saben). Tampoco somos
últimos en Sudamérica, porque Paraguay, Bolivia, Ecuador y Venezuela no participan. Hemos caído dos lugares en el “orden de méritos” (que
tampoco es importante en esto), pero fíjense que Colombia ha caído 10, Uruguay
ocho, Brasil cinco. Pero eso tampoco significa que estemos retrocediendo,
porque nuestra nota viene subiendo, de 327 puntos en 2001 a 384 puntos en 2012.
La nota no es aprobatoria, es verdad, pero está subiendo, lo que indica que
estamos jalados, pero vamos camino de aprobar. Lo que pasa, simplemente, es que
otros países, del grupo de encuestados, han mejorado más rápido que nosotros.
Eso es todo. Finlandia, por ejemplo, que antes estaba en el puesto 2, ahora
está en el 12. ¿Por qué? Porque hay 7 países asiáticos que han avanzado raudos
hacia los primeros lugares. Pero la educación en Finlandia sigue siendo tan
buena como antes, o mejor, en los puntajes. Y creo innecesario aclarar que no
me mueve el más mínimo deseo de defender al gobierno, las carlincaturas bastan
para probarlo.
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