sábado, 6 de marzo de 2010

A PROPOSITO DEL 8 DE MARZO “DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER”.


MUJERES Y CAMBIO SOCIAL.

JUAN CONTRERAS T.


Uno de las grandes conquistas del genero humano ha sido, sin lugar a dudas, el reconocimiento de los derechos fundamentales de la mujer en gran parte de los Estados, su rol protagónico rol en los procesos de transformación social, como su valiosa contribución a la construcción de una sociedad cualitativamente superior en el mundo. La mujer, en su dimensión particular y colectiva, fue desde hace varios siglos y en gran parte del orbe una actora propositiva del cambio y la transformación social, comprometida con los mas justos y nobles acontecimientos de la humanidad.

Diremos que la contribución de la mujer al cambio social en el Perú tiene su punto de inicio en el siglo XVIII, etapa del colonialismo español. Este es el periodo que marca la ruptura con el viejo orden colonial y el surgimiento de numerosas rebeliones y revueltas que devinieron luego en la Revolución de Tupac Amaru II en 1780. Alberto Flores Galindo caracteriza a este ciclo de movilización como el esfuerzo de indígenas y mestizos por construir la utopía andina, esto es, la edificación de un nuevo orden político, económico y social diferente al modelo mercantilista impuesto en los ex territorios del antiguo imperio incaico, basado en la extracción de los recursos minerales y la brutal explotación de la población indígena.

El siglo XVIII, llamado también el Siglo de las Grandes Revoluciones, fue el periodo de sucesivas luchas indígenas y populares en el viejo virreynato. Si bien la investigación histórica ha logrado descubrir numerosos alzamientos y revueltas indígenas en Paraguay, el Altiplano y la zona andina de la actual Argentina, la Revolución de Tupac Amaru II de 1780, fue, sin dudas, el que puso en grandes apuros a la corte española del Virreynato del Perú por su influencia y alcances en América del Sur, particularmente, por la propuesta programática nacional que rápidamente incluyo a indios, negros mestizos, criollos, incluso españoles pobres, unidos por la expulsión del colonialismo español y la construcción de un nuevo orden en América del Sur.

Pertenecen a este proceso dos mujeres de probado coraje y temple revolucionario anticolonial: MICAELA BASTIDAS PUYUCAHUA compañera de José Gabriel Condorcanqui Tupac Amaru II, precursor de las luchas de los pueblos andinos contra la dominación colonial española y TOMASA TITO CONDEMAYTA, cacique de la comarca cuzqueña de Accos, valerosa mujer que al estallar la revolución tupacamarista el 4 de noviembre de 1870 formo las primeras milicias indígenas para enfrentar y desalojar al invasor español, comprometiéndose en esta histórica causa. Un hecho singular de esta lucha fue la propuesta de Micaela Bastidas a Tupac Amaru II para emprender la toma militar del Cuzco después de la ejecución del Corregidor Arriaga, lo que infiere la radicalidad de su pensamiento y la alta responsabilidad política y militar en el ejercito tupacamarista.

La revolución tupacamarista no logro materializar la utopía andina siendo militarmente derrotada y sus lideres entre ellos el propio Tupac Amaru II fueron ejecutados tras largo suplicio y tortura perennizando su memoria en la conciencia rebelde de futuras generaciones que asumieron su generoso legado histórico.

Tras negarse ambas a deponer sus convicciones Micaela Bastidas Puyucahua y Tomasa Titto Condemayta fueron finalmente ejecutadas el 18 de mayo de 1871 en presencia de sus menores hijos en la plaza de Wacaypata del Cuzco. Sobre el paradero de los restos de esta dos valerosas mujeres, el colonialismo español, como la propia Iglesia católica, responsable de los funerales de ambas, han levantado un velo de misterio hasta nuestros días.

Años después, durante la lucha independentista destaco la figura de MARIA PARADO DE BELLIDO, ejemplo del generoso heroísmo ayacuchano comprometido en la lucha por expulsar al colonialismo español de nuestras tierras, Su condición de analfabeta no fue obstáculo para apoyar, junto a sus hijos y numerosos huamanguinos, que se incorporaron al ejercito patriota del Gral. Arenales actuando como informante y proveedora de ropa y alimentos. Fue apresada y tras sometimiento a la tortura que el derecho colonial español reconocía útil para extraer la verdad y enajenar al individuo del “mal”, fue ejecutada en 1822, cerrando un importante ciclo de la participación de las mujeres en las luchas del pueblo peruano, contra la dominación colonial española.

Mientras esto ocurría, nuevos hechos e ideas recorrían en Europa. Hacia la primera mitad del siglo XIX los cambios promovidos por la revolución industrial dieron origen a la formación de la clase obrera y con ella a nuevas corrientes ideológicas anticapitalistas, destacando el socialismo científico animados por Carlos Marx y Federico Engels.

Desde sus inicios el capitalismo industrial en Europa y EE. UU. se caracterizaron por la maximización del trabajo, la concentración de la riqueza en pocas manos y la minimización de los salarios de los trabajadores, configurando un escenario de grandes desigualdades e injusticias sociales. Como ahora, el capitalismo no tardo en desnudar su carácter expoliador contra los trabajadores, hombres y mujeres, sometidos al hacinamiento en las fabricas, la desprotección industrial y las largas y extenuantes jornadas de 12 a 14 horas de trabajo. En este contexto aparecieron los primeros gremios orientados por el anarquismo y posteriormente los sindicatos en Inglaterra, Francia y Alemania, organizados para la conquista de sus derechos laborales, relativos a las remuneraciones, la jornada de trabajo, la regulación del trabajo de mujeres y menores, el trabajo nocturno, la sindicacion, la huelga, etc. Nacía así el derecho laboral en Europa y Norte América.

A este proceso de organización sindical de la clase obrera, especialmente, en Alemania, pertenecen dos grandes mujeres: CLARA ZETKIN y ROSA LUXEMBURGO.

CLARA ZETKIN, maestra de formación y sindicalista de izquierda por convicción, formo parte de la Liga Spartacus, la primera célula revolucionaria constituida clandestinamente en 1918 en Alemania para perennizar la memoria del gran guerrero ejecutado por el imperio romano por intentar romper las cadenas de la esclavitud en Europa.

Corresponde a esta valerosa mujer haber propuesto en la Conferencia Internacional de Mujeres de 1910 realizado en Suecia para perennizar la lucha de la mujer en el mundo acordando su homenaje cada 8 de marzo en todos los países del mundo.

Siendo ya militante del Partido Comunista Alemán se dedico a forjar los primeros sindicatos entre la clase obrera alemana, asumiendo el marxismo como concepción científica revolucionaria para la transformación de la sociedad. Se reconoce a Zetkin haber introducido la cuestión femenina al debate político, esto es, la igualdad de los derechos en las relaciones laborales, el sufragio de las mujeres, el rol de la mujer en la política y la revolución, etc. Desde una perspectiva de clase.

Fue victima de persecución por el incendio del Parlamento alemán (Reichstag) de 1933, acto provocador que ejecutaron las hordas nazis para justificar la ilegalización del Partido Comunista y de los sindicatos, pasos necesarios para afianzar la dictadura nazi-fascista de Adolfo Hitler “El Fuher” y desencadenar la posterior guerra de rapiña (II Guerra Mundial) promovida por las potencias colonialistas. Como consecuencia de este incendio fueron detenidos decenas de dirigentes sindicalistas y militantes revolucionarios, entre ellos Jorge Dimitriv, militante húngaro que tuvo la odisea de enfrentar a la corte nazi y desenmascarar sus protervos propósitos.

Huyendo de la brutal persecución nazi Clara Zetkin se refugio en la URSS donde murió en 1933.

Por su lado, ROSA LUXEMBURGO fue una de las dirigentes de sólida formación política cuya contribución al movimiento sindical mundial no ha sido destacado aun en esta parte del mundo. Junto a Clara Zetkin y Carlos Liebksnech, Luxemburgo contribuyo a formar el Partido Comunista Alemán. Fue perseguida y asesinada en 1919 junto a Liebstnech tras encabezar la Revolución de Berlín.

Su mas grande aporte teórico fue haber introducido la cuestión democrática al debate socialista a partir de una critica a los soviets constituidos por Lenin en la Revolución de Octubre que consideraba desde su particular punto de vista una recreación del poder absoluto de la clase gobernante que restringía el ejercicio de las libertades en la sociedad. Al igual que Mariategui sostenía que la revolución socialista en Alemania debía contener sus propias particularidades históricas y culturales.

Luxemburgo sostenía que, si bien la democracia represento en su momento una conquista de la burguesía revolucionaria francesa al lograr derribar el poder absoluto de las monarquías europeas, de pronto esta experiencia había devenido en un orden político inhumano al afianzar la concentración de la riqueza en manos de la burguesía, acrecentando la injusticia social.

Desde una perspectiva critica postulo la incorporación de la democracia y las libertades al proyecto socialista, opuesta a la concentración del poder y su personalización anticipándose al burocratismo que representaron Stalin hasta la cúpula que cayo con Yeltzin y Gorbachov hace un par de décadas. Postulaba que el socialismo debía reencarnar los valores de la democracia (participación ciudadana, libertades, pluralismo político, alternancia en el poder, etc.) en oposición a la democracia formal burguesa, lo cual la llevo a discrepar incluso de la política oficial de la URSS.

Su temprana desaparición en 1919 le impidió conocer la evolución burocrática del socialismo en la Unión Soviética y su posterior desintegración. No logro ver la gran concentración absoluta del poder en el Krenlim, la liquidación de las corrientes alternas (Trotsky), los campos de concentración en la Siberia, etc. Actualmente su figura viene siendo ampliamente reconocida por las corrientes progresistas y democráticas del mundo.

Retornando al escenario nacional diremos que con el advenimiento del siglo XIX y la primera oleada capitalista en el Perú la participación de la mujer en el proceso social se concentro en los primeros gremios y posteriormente sindicatos que anarquistas y luego socialistas crearon en Lima, Callao y Vitarte. Corresponde a esta etapa la conquista de la jornada de ocho horas de 1919. Aunque la historiografía no ha logrado destacar la participación femenina en esta lucha, debemos indicar que en las fabricas y talleres laboraban mujeres contribuyendo al bienestar de sus familias, como en las luchas sindicales de esa época.

Si bien en nuestro tiempo la luchas de las mujeres cuestionan la pobreza estructural y la injusticia social; otro paradigma viene cobrando legitima fuerza: La lucha por recobrar la memoria, la lucha contra la impunidad derivados de la violación de los derechos humanos durante el conflicto interno. En este proceso se encuentran mujeres valiosas como GISELA ORTIZ, representante de los familiares de las victimas de la masacre de La Cantuta, acaecida en 1992; y, GLORIA CANO, Abogado defensora de las victimas de Barrios Altos. Su indesmayable tenacidad y probado coraje se pusieron a prueba para enfrentar a la otrora poderosa Dictadura Fujimontesinista en los fueros jurisdiccionales colocándolos en el banquillo de los acusados, próximos a recibir sentencia condenatoria por sus innumerables crímenes de lesa humanidad.

En esta fecha, 8 de Marzo, rendimos a las mujeres nuestro mas infinito homenaje, reconociendo su histórico rol en la lucha por una sociedad cualitativamente superior en nuestro país.



VIVA EL 8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

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