Luego de una primera gran movilización contra la Ley del Régimen Laboral Juvenil (LRLJ), en la cual predominó la presencia de colectivos juveniles con diferente denominación, estudiantes universitarios y jóvenes trabajadores sindicalizados y no sindicalizados convocados en sus inicios de manera espontánea y sin una previa organización entre ellos, poco a poco han visto la necesidad de, por lo menos, ir bosquejando una mínima coordinación que se fue advirtiendo en las siguientes movilizaciones del mes de diciembre pasado.
Hoy en vísperas de una cuarta movilización consideramos que ya, tanto los jóvenes involucrados directamente en esa nefasta LRLJ al igual que los demás trabajadores y pueblo en su conjunto, tienen muy claro que dicha Ley es parte de la aplicación del modelo económico neoliberal orientado a beneficiar a los empresarios en general y a seguir manteniendo en la opresión y explotación a los trabajadores.
Por eso es importante y necesario que la lucha activa no se circunscriba solamente en la participación de los sectores de la juventud entre los 18 y 24 años. Porque, si bien es cierto que teóricamente esta LRLJ está dirigida a este sector, ya se ha denunciado que puede generalizarse en el futuro como ha sucedido con otras normas legales. Por lo tanto hay que dejar de lado el tema generacional y ampliar el nivel de participación de todos los trabajadores como también del pueblo en su conjunto que cuestiona el actual modelo económico y social plagado de corrupción y explotación.
Es oportuno, entonces, el hecho que la CGTP se haya manifestado públicamente en el llamado a que todas sus bases sindicales participen de la próxima movilización por la derogatoria de la LRLJ. Igualmente deberían hacerlo aquellas organizaciones sindicales que no están afiliadas a la CGTP o a la CUT. Como diría J C Mariategui “Hoy, todo nos une nada nos divide”.
Claro está que, si bien es cierto que la lucha por su derogatoria es urgente y necesaria, también es importante y necesario forjar una gran unidad programática alternativa a este sistema explotador. La indignación de coyuntura no ayudará en nada a lograr una vida más digna. Lucha y organización programática es la tarea a cumplir en paralelo con las jornadas que se vienen desarrollando.
No hay que olvidar que todas estas leyes y normas tienen su origen en la Constitución apócrifa neoliberal de 1993 (elaborada en la época del fujimontesinismo con Keiko como primera dama) y aplicada igualmente por Toledo-PPK, Alan García y ahora Ollanta Humala.
Esta nueva jornada de lucha debe significar un salto cualitativo en organización y participación, es decir dejar de lado la acción espontánea y la emoción del momento para convertirla en acción planificada. Igualmente dejar de lado el afán de figuración personal respetando la capacidad de liderazgo de los coordinadores de la movilización.
El jueves 15 debe convertirse en una acción de lucha que signifique la toma de conciencia de los trabajadores y la juventud en general para un trabajo inter generacional, considerando que la explotación y la opresión por parte de los grupos de poder económico no distingue edades ni géneros. Es el momento de forjar una auténtica unidad del pueblo.
http://youtu.be/WgNrJxoX5yE
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