ASOCIACIÓN CASA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
TUPAC AMARU II: LA REVOLUCIÓN OLVIDADA.
Frecuentemente se dice que un país que olvida sus errores, vuelve a repetirlos en el futuro. Esto ocurre en una sociedad donde la memoria ha dejado de existir. Pero, es peor para una sociedad olvidar sus historias de lucha, las gestas de sus mejores hombres, a los luchadores sociales que levantando banderas de libertad y justicia se levantan contra los poderosos, entregando su sangre, su vida en hechos memorables.
La prevalencia del olvido y la ingratitud histórica es lo que revela la pobreza espiritual de los pueblos. Y no hay nada más penoso que la ingratitud histórica, enterrar en el olvido las grandes gestas sociales. Para los chilenos sería imperdonable lanzar al olvido a Allende. En las recientes marchas estudiantiles se levanta la efigie del compañero Presidente. Lo propio sería para los mexicanos si olvidaran al cura Hidalgo, Zapata o Villa, los gestores de su revolución de 1910. En España se recuerda con cariño a los republicanos que lucharon contra la dictadura franquista, visitan los museos para rendir homenaje a sus luchadores sociales.
En el Perú, grandes revolucionarios como Túpac Amaru II, Micaela Bastidas Puyucahua, ejecutados por los españoles un 18 de mayo de 1781, pertenecen al pasado por el desprecio de las clases dominantes y la cómoda resignación de los sectores populares, anestesiadas por el rollo neoliberal que los ha empujado al individualismo y al ostracismo espiritual. Ni el Presidente, -que se llama “nacionalista”-, ni el MINEDU han dicho algo respecto de este episodio, este hecho no ha merecido la evocación de ninguno de los partidos políticos, etc. En los sindicatos, silencio total. ¿Así es como se quiere construir Nación? Acontecimientos como estos no sirven para integrarnos como sociedad?
Creemos que esta visión tiene que ver con la idea de país que las elites vienen desarrollando en las últimas décadas, época de la recolonización neoliberal, término que Aníbal Quijano desarrolla magistralmente en sus últimos trabajos para referirse a la nueva relación de los países primario-exportadores con el gran capital en el nuevo orden global.
El Perú es ahora una “marca”, nosotros somos “consumidores” y los derechos tienen el valor de la “mercancía”. Para las elites gobernantes no somos cultura, no tenemos historia, menos somos una sociedad con derechos humanos. La post modernidad, la sociedad del conocimiento, la globalización neoliberal viene haciendo trizas conceptos fundamentales como Estado, nación, cultura, historia, derechos humanos, etc.
Se imaginan, qué perfil tendrán los ciudadanos del siglo XXI? ¿Qué valores se mantendrán en pie en una sociedad cada vez más agresiva y violenta por la prevalencia de los antivalores?´ ¿Se acordarán que hubo un país que subsume un largo proceso histórico que se pierde en el olvido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario