Presidente piensa ya en las elecciones del 2016
Como una burda maniobra de propaganda y proselitismo político fue calificada la impresión de una foto y un mensaje del presidente Alan García en casi 16 millones de textos escolares, tal vez pensando en su regreso a Palacio en el año 2016, porque estos libros serán entregados a los alumnos de los colegios estatales de todo el país.
Este es el tercer año que el Ministerio de Educación, a cargo de José Antonio Chang, publica millones de textos para los escolares del país, los que en varias ocasiones han sido criticados, inclusive por parlamentarios del partido del gobierno, como Mercedes Cabanillas y Edgar Núñez.
En esta ocasión, el gobierno ha invertido 113 millones 720 mil nuevos soles en la impresión de los textos, tal como dio a conocer ayer el mandatario. El Ministerio de Educación entregará también 682 mil 160 cuadernos de trabajo para el grado inicial, que tuvieron un costo de 41 millones 934 mil 139 nuevos soles.
Esconde corrupción
El sociólogo Sinesio López calificó la impresión del rostro de García en los textos como una acción de propaganda descarada y un abuso. Señaló que García resalta su figura porque cree ser un caudillo y olvida que cuando el Partido Aprista estuvo en la oposición criticó duramente a los presidentes que hacían este tipo de propaganda, que era mucho menos agresiva que la actual.
También el secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú, Hamer Villena, dijo que se trata de una maniobra de propaganda electoral del gobierno entre los escolares.
Opinó que el gobierno usa los recursos recortados a los gobiernos regionales para la impresión de los textos. Villena anotó que en la elaboración masiva de estos textos, pueden esconderse actos de corrupción.
Pensamiento complejo
Por su parte, Sigfredo Chiroque, ex miembro del Consejo Nacional de Educación, también criticó la excesiva exposición del presidente García en los textos escolares, pero además reprochó la utilización de este tipo de libros para los escolares de las instituciones públicas. “Una sociedad moderna ya no utiliza textos únicos, como catecismos, que sólo promueven un pensamiento simplista. El alumno y el profesor toman lo que dicen estos libros como la única verdad, y eso no es así”, comentó.
“En los colegios de clase A no hay textos escolares, sino que se pide al alumno que consulte diversos autores, diferentes puntos de vista sobre un mismo problema, que puede ser histórico, ecológico, social, con la finalidad de desarrollar un pensamiento complejo en el estudiante, para que tenga capacidad de discernimiento y vea diferentes soluciones”, indicó.
Fuente: Vilma Escalante/La Primera.
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