Es muy cierto que luego de finalizada la huelga del año pasado, el desánimo y la frustración es lo que dejan notar la mayoría de los maestros que participaron en ella, especialmente los de Lima metropolitana. Y es que el magisterio peruano siendo el más numeroso, casi 300 mil en el terreno laboral y gremial, demostró una vez más ser el más débil cuando se trata de afrontar una lucha de la envergadura de una huelga indefinida y negociar con las autoridades. Pero claro, esto tiene una explicación que siempre es bueno recordar.
Hay que tener en cuenta que en toda lucha la conducción es un tema muy importante. Y en el movimiento magisterial, al interior del SUTEP, ya es algo real que existen bloques que han optado por rebasar a los que conforman el CEN del SUTEP y están pugnando por la reorientación y su reconstitución en base al rescate de los principios fundacionales del SUTEP.
Esto significa que, como se vio el año pasado, en estos momentos es muy difícil llevar adelante una medida de lucha de carácter nacional porque, si bien es cierto que la influencia de patria roja en el magisterio ha disminuido, la oposición al CEN SUTEP no ha logrado cuajar una sola alternativa frente a ello.
Sin embargo, no se puede dejar que el gobierno siga agrediendo a los maestros, vía la implementación de la Ley 29944 mal llamada de Reforma magisterial. Frente a ello el Comité nacional de Reorientación y Reconstitución (CONARE) del SUTEP, luego de realizar eventos regionales y una en Lima con la presencia de numerosas delegaciones de SUTEs regionales. Han acordado convocar a los maestros peruanos a una jornada de lucha para el 30 de mayo que, con la denominación de PARO NACIONAL, esperan que ésta acción demuestre que los maestros rechazamos el cambio de régimen laboral que ha traído consigo la pérdida de una serie de derechos conquistados, los cuáles nos hace retroceder en materia laboral a los albores del siglo pasado.
Las cartas están echadas, frente a una dirigencia del CEN SUTEP que ha desmovilizado al movimiento magisterial bajo el pretexto que en la mesa de diálogo resolverán sus “reclamos”, es necesario revertir el estado de reflujo en el que se encuentra el magisterio limeño y sumarnos a la jornada de lucha del 30 de mayo. Por el silencio que muestran los maestros de Lima, el gobierno pretende hacer creer que estamos de acuerdo con perder nuestros derechos consignados en la Ley del Profesorado 24029-25212. Es momento de demostrarle que eso es falso, y que hoy más que nunca exigimos la derogatoria de la Ley 29944 y su Reglamento.
Es una buena oportunidad para forjar la unidad desde las bases y en plena lucha. La cita es el jueves 30 de mayo a las 9: a.m. en la Plaza San Martín.
27/05/2013.
MI PALABRA
Felipe Torres Andrade
San Juan de Miraflores, Lima, Perú
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