Por: OSCAR FELIPE VENTURA
En reciente artículo publicado en Expreso
El DELINCUENTE ALAN GARCÍA LLAMA A LA LUCHA FRATICIDA ENTRE PERUANOS
- TESIS DE LA CONSPIRACIÓN INTERNACIONAL ES DELIRANTE Y EMBUSTERA –
- SE PREPARA ESCENARIO PARA REPRIMIR A LA IZQUIERDA
Las tesis del presidente García sostenidas en su reciente artículo titulado “A la fe de la inmensa mayoría”, publicado en el diario derechista Expreso el pasado domingo, son delirantes y embusteras y constituyen una asechanza para el movimiento popular. Mucho más peligroso es su llamado a “ejercitar la ciudadanía activa” para enfrentar la “penetración externa” y evitar que “el monopolio de la movilización esté en manos de los antisistema”. Esto constituye un abierto llamado a la lucha fraticida entre peruanos, a la lucha de pueblo contra pueblo. Su tesis central de la conspiración internacional como una explicación a la tensión social que vive el país, es delirante y embustera. Delirante, porque es una perturbación, un desvarío, una quimera, tratando de evadir la realidad. Es embustera porque recurre a la patraña y al infundio para justificar su apostasía de converso neoliberal.
Arguye el Dr. García que el pueblo peruano en el 2006 optó por la modernidad y el progreso. ¿Cuál modernidad Dr. García? ¿El país donde la economía se ha reprivatizado, extranjerizado e hiperconcentrado? ¿Qué clase de modernidad es ésta en la que la economía se ha desnacionalizado, retornando al Perú a la época del guano y el salitre, en beneficio de pocos al servicio de pocos, con una acumulación orientada hacia el exterior, con tecnología de punta para el saqueo de los recursos naturales pero con escaso o nulo valor agregado? Esta es la modernidad que nos ofrecen el presidente García y su gobierno, heredero del fujimorismo incluso en su estilo autoritario y corrupto. El Perú es aún un país desintegrado, el mercado moderno se concentra en Lima mientras el resto del país, en especial del campo, se incorpora penosamente o se encuentra al margen. El centralismo económico y político sigue siendo asfixiante a pesar de la regionalización. La integración vial no existe y el Estado, “mínimo en su rol social”, se ha convertido en caja de resonancia del capital transnacional, mientras está ausente en amplios espacios del territorio nacional. Esto sin hablar de ausencia de soberanía nacional real, de ocupación de las fronteras, de la violencia e inseguridad social, de la escasa capacidad de disuasión frente a una eventual amenaza externa. De otro lado, la corrupción es familiar al gobierno y está instalada en todas las esferas del gobierno.
Aquí no hay ningún complot extranjero Dr. García. Lo que ocurre es que el pueblo peruano se alza a la lucha para exigir solución a viejos problemas, agravados con el neoliberalismo. El pueblo peruano no tiene alma de esclavo. La izquierda jamás renunciará a la lucha, por lo que estamos junto al pueblo levantando las banderas de patriotismo y soberanía, justicia social, descentralismo económico y político, desarrollo sostenible, estado dirigente, planificador y multiétnico, regeneración moral, educación y salud de calidad, universal y gratuita, nueva Constitución. Con estas exigencias coinciden millones de peruanos y no solo 50 mil, son peruanos dignos y no ciudadanos domesticados que celebran los planes entreguistas, antipopulares y autoritarios del gobierno.
El libelo del Dr. García es provocador. En lugar de rectificar su comportamiento antidemocrático y entreguista, recurre al cinismo y a la mentira. De victimario se convierte en víctima, de lobo hambriento de sangre, en cordero de paz. Denuncio que se viene preparando el escenario para la represión del movimiento popular y de la izquierda en particular.
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