La invasión soviética a Afganistán fue uno de los errores mas grandes de la ex URSS que fue impulsada por los lideres revisionistas como una pieza de ajedrez en el tablero de la guerra fría. EEUU y sus aliados de la OTAN se aprovecharon para armar y movilizar al mundo musulmán que desangraron la economía soviética. No fue una derrota como Vietnam para EEUU sino una retirada negociada entre Gorbachev y Reagan como introducción a la destruction total de la URSS bajo el pretexto de glasnost y perestroika (el veneno que les hizo tragar la CIA y el Vaticano). El ejercito rojo solo sufrió de 10 mil a 15 mil bajas en Afganistán mientras EEUU en Vietnam mas de 50 mil y una retirada humillante en derrota recibiendo el desprecio de su pueblo como genocidas. La ironía es que ahora EEUU ha sido derrotado militarmente en Afganistán y no sabe como salir. Hasta su títere Karzai les dio la espalda prefiriendo abrir negociaciones directas con los talibanes para asi salvar el pellejo de la horca. Si Karzai es asesinado uno de estos días, ustedes ya saben quien lo hizo.
Moskovski Komsomolets
© RIA Novosti. A.Solomonov
18:59 14/02/2014
Moscú, 14 de febrero, RIA Novosti.
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Mañana se cumplen 25 años desde que la URSS completó la retirada de sus tropas de Afganistán, evento al que Moskovski Komsomolets dedica este viernes una entrevista con el coronel general Boris Grómov, en la actualidad senador y en 1989 el último combatiente en abandonar el territorio afgano.
Aquella guerra que Grómov hoy califica de “rara” costó la vida a unos 15.000 militares soviéticos de un total de 600.000 que participaron en ella de 1979 a 1989.
“Además de retirar nuestras unidades desde Afganistán, nos llevamos a cuestas miles de obeliscos instalados en las tumbas de nuestros soldados y oficiales caídos allí”, recordó.
El general opina que la experiencia rusa en Afganistán podría ser de utilidad a las tropas de EEUU, aunque “su situación, objetivos, táctica y actitud hacia los afganos son diferentes”.
Las conversaciones con los afganos le dejaron la impresión de que “tienen un odio visceral a los estadounidenses y, en cambio, acogen con benevolencia a los excombatientes rusos que visitan su país”.
“No nos portamos como invasores, hicimos bastantes cosas para mejorar la vida civil en Afganistán. Construimos numerosas obras, tendimos tuberías, ayudamos con víveres y equipos civiles”, explicó.
Un 60% de las operaciones realizadas por militares rusos en Afganistán, según Grómov, “fueron humanitarias, de paz, por paradójico que parezca”.
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