Por Miguel Palomino. El Congreso de la República aprobó recientemente un
proyecto de ley presentado por el ejecutivo (ver) por
el cual, en resumidas cuentas, se determina que el Estado empleador debe pagar
menos contribuciones sociales para los maestros. La exposición de motivos de
dicho proyecto de ley indica que se busca reducir el costo para el Estado
de los aumentos otorgados a los maestros con la Ley de Reforma Magisterial y
lograr que los menores descuentos por contribuciones sociales permitan un mayor
ingreso líquido para los maestros. Se hace además, a manera de justificación,
una comparación con otros regímenes salariales de trabajadores del Estado, en
los que también se determina arbitrariamente que parte importante de las
remuneraciones percibidas no están afectas a las contribuciones sociales.
Que el Estado se exima a si mismo de pagar las contribuciones sociales que
exige la ley, argumentando que son muy caras, es realmente lamentable. La nueva
Ley determina que el Estado sólo pagará contribuciones sociales por el 65% de
la Remuneración Integra Mensual de los maestros. Es decir, reduce sus
contribuciones sociales en 35%. En la última oración de la exposición de
motivos se advierte que "se está creando un régimen de excepción a lo
establecido en las normas sobre remuneraciones aplicables a los demás
trabajadores, quienes aportan y tributan sobre el 100% de su
remuneración".
Las contribuciones sociales son los aportes que se hacen a ESSALUD y al
sistema de pensiones que corresponda al trabajador. Limitaremos nuestro
análisis a ESSALUD, pero el efecto sobre las pensiones es semejante. Recordemos
que las aportaciones a ESSALUD son la fuente de financiamiento de dicha
institución, que atiende a todo tipo de trabajadores y a sus dependientes. La
tasa de aportación fue fijada para que ESSALUD obtenga los ingresos necesarios
para cumplir su función. ESSALUD no atiende sólo a los trabajadores del Estado
ni se financia con los recursos del Estado. Cuando el Estado se exime a si
mismo de pagar aportes a ESSALUD ello significa que todos los afiliados tendrán
que pagar los menores ingresos de ESSALUD y su menor capacidad de atenderlos. Y
esto en una institución que ya enfrenta serios problemas debido en buena parte
a la falta de presupuesto, la cual se debe en parte a que el Congreso aprobó
medidas populistas nocivas que reducen significativamente los ingresos de
ESSALUD (ver gráfico 1).
Las contribuciones a ESSALUD se deberían aplicar a todas las
remuneraciones, y no deberían existir excepciones ni reducciones de tasas para
ningún aportante porque todos recibirán los mismos servicios. Esto se aplica
tanto a los trabajadores del Estado como a los trabajadores del régimen agrario
cuyas contribuciones son menores que las de los demás trabajadores. Es injusto
que la mayoría cargue con el costo de que el Estado o alguna empresa se ahorren
alguito. La exposición de motivos indica que con la nueva Ley, el Estado
reducirá sus gastos por contribuciones sociales en S/.161 millones anuales. Esa
es la reducción que se dará en los presupuestos anuales de ESSALUD y de
pensiones, y es el monto que tendrán que pagar, en peores servicios, todos los
trabajadores asegurados (ver gráfico 2).
Argüir que el mérito de la nueva Ley es que los maestros tendrán una mayor
disponibilidad de liquidez es absurdo pues, si ese fuera el objetivo, entonces
se deberían eliminar todas las contribuciones sociales. Los aportes a los
sistemas de salud y de pensiones se han determinado porque, aunque cuestan, se
juzga que son convenientes para la sociedad y para los trabajadores; y el
porcentaje de aporte se fija en función a los cálculos que se hacen respecto a
los ingresos necesarios para poder cumplir con el objetivo de los respectivos
sistemas. Reducir arbitrariamente las aportaciones perjudica directa y
proporcionalmente a la seguridad social.
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