Cinismo e
indolencia. Funcionarios de la gestión del actual alcalde decían en mayo 2015 a
la comunidad de Cantagallo que serían llevados a Campoy, cuando en marzo de ese
año ya habían decidido vender el terreno.
En medio del drama y la tragedia que atraviesa la comunidad shipiba-Koniba de Cantagallo, tras el incendio que destruyó sus casas y talleres el viernes último, el alcalde de Lima, Luis Castañeda, llegó a esta zona de Lima y, casi sin inmutarse, no solo mintió al afirmar que el proyecto Río Verde que contemplaba la reubicación de estas familias nunca existió, sino también cuando dijo que se había jugado con las "ilusiones" de estas personas con la promesa de un lugar más digno y seguro para vivir, en clara alusión a la gestión de su antecesora, Susana Villarán.
Como ya se ha demostrado, Río Verde no solo existió, sino que además el proceso de reubicación ya se había iniciado en mayo de 2013, al amparo de la resolución de Alcaldía Nº 124. Incluso, en el 2014 se compró un terreno en Campoy, San Juan de Lurigancho, donde se iba a construir el complejo habitacional Shipibo-Konibo.
También sabemos por qué y cómo se frustró Río Verde y la reubicación de esa comunidad nativa, así como el papel que jugó Castañeda en este chanchullo. Pero ahora, además, el periodista de investigación Daniel Yovera ha puesto la cereza en el pastel, al revelar un dato desconocido hasta ahora y que confirma que quien en realidad se burló y jugó con las ilusiones de los shipibos fue el actual alcalde de Lima.
En marzo del 2015, la gestión de Castañeda, apenas tres meses después de haber iniciado su tercer mandato, decidió vender el terreno de 7 mil metros cuadrados que en octubre del 2014 la Municipalidad de Lima (con Susana Villarán como alcaldesa), la concesionaria LAMSAC y Scotiabank compraron a la empresa Portal Campoy SRL por un monto de US$ 4.641.735. El predio, en el que que se iba a reubicar a las 226 familias de Cantagallo, se inscribió en los Registros Públicos a nombre la comuna metropolitana.
"El 5 de marzo del 2015, las tres partes del contrato de concesión se reunieron nuevamente para firmar la hoy famosa Adenda. En realidad, como han demostrado los mensajes entre la exfuncionaria edil, Gisselle Zegarra, y Léo Pinheiro, exmandamás de OAS, hoy preso por el caso Lava Jato, los acuerdos habían empezado incluso antes de que Castañeda ganara las elecciones municipales", señala Yovera en el texto de su investigación, que este sábado publicaron en conjunto los blogs de Rosa María Palacios y 'Desde el Tercer Piso'.
En el punto 2.7, el último de la adenda, se incluyó una "cláusula adicional", que a la letra dice lo siguiente:
"Transferencia de terreno adquirido con recursos de terreno fideicometido: Debido a los nuevos alcances del proyecto como consecuencia de la modificación del Master Plan Modificado y aprobado por la MML mediante Carta No 028-2015-MML-GPIP, del 4 de marzo del 2015, la Gerencia del Proyecto ha determinado la necesidad de vender el terreno adquirido con recursos de este fideicomiso a efectos que el dinero que se obtenga de dicha venta ingrese nuevamente al patrimonio fideicometido y sea destinado para la ejecución del proyecto".
Luego continúa:
"Las partes dejan constancia de que será la Gerencia del Proyecto la responsable de llevar a cabo las negociaciones de dicha venta y de definir los términos y condiciones que contendrá el contrato de compra-venta correspondiente, el cual deberá incluir las disposiciones previstas en la cláusula 7.1.3. en lo que fuera aplicable".
La adenda al contrato concluye así:
"El Fiduciario únicamente estará obligado a suscribir –en representación del patrimonio fideicometido– el contrato de compraventa del terreno y de ser el caso, el contrato para la tasación del inmueble y el servicio del corredor de bienes raíces, gastos legales, notariales, registrales y tributos que correspondan, una vez que haya recibido la instrucción de la Gerencia de Proyectos en ese sentido, siendo aplicables para la firma de los referidos contratos, en lo que resulta aplicable, los plazos y otras estipulaciones previstas en la cláusula 7.1".
CINISMO E INDOLENCIA
"Esa decisión les quitó a estas personas la posibilidad de ir a vivir a una zona con niveles de riesgo mucho menores", señala Yovera.
Ahora, en este contexto, sería bueno que alguien le pregunte al alcalde Castañeda Lossio quién o quiénes "les vendieron ilusiones" a los Shipibos-Konibos. Y no solo eso: que diga también quién o quiénes se las quitaron. ¿Volverá a referirse al tema?
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